Por: Partido Socialismo y Libertad (PSL)*
El pasado domingo 15 de octubre el gobierno ejecutó un fraude masivo contra la voluntad del pueblo venezolano en las elecciones regionales.
El fraude no fue sólo en Bolívar, como la MUD ahora pareciera querer hacer ver. Debemos asumir que hubo un fraude continuado que comenzó con la elección de la Asamblea Nacional Constituyente espuria, continuó con numerosas irregularidades a lo largo del proceso y concluyó, sin duda, con la manipulación de los resultados finales. ¿Quién en su sano juicio puede creer que este gobierno desprestigiado hasta la médula, en medio de la tragedia social más grave conocida por nuestro pueblo, puede ganar 18 gobernaciones?
Lo que sucedió el pasado domingo nuevamente pone en evidencia que estamos en presencia de un gobierno dictatorial, dispuesto a hacer cualquier cosa para mantenerse contra viento y marea en el poder. La brutal represión que se desató contra las protestas de este año, que produjeron más de 130 muertos, miles de heridos y detenidos; la instalación fraudulenta de la ANC, y ahora este megafraude en las elecciones de gobernadores, lo patentizan de manera cruda.
Ya la ANC fraudulenta decretó que los gobernadores deben juramentarse ante ella, antes de hacerlo en los Consejos Legislativos. Y Maduro amenazó con destituir y llevar presos a los gobernadores que lo hagan.
La MUD responsabiliza de su fracaso al pueblo
Por su parte, la MUD nuevamente pone en el tapete su carácter antipopular. El desprestigio de la alianza de partidos patronales continúa inexorable. Mientras el gobierno en alianza con el CNE preparaba el fraude electoral, la MUD negociaba en República Dominicana a espaldas de sus bases y de los miles de activistas que se movilizaron durante más de 4 meses y que han venido sufriendo una dura represión.
Después de frenar las movilizaciones que se venían realizando y aceptar ir como corderitos a las elecciones fraudulentas convocadas por el CNE y el gobierno, en medio de toda clase de arbitrariedades, ahora se hunden en las ambigüedades y contradicciones tratando de explicar los resultados electorales.
La mayoría de sus voceros coinciden en echarle la culpa de los resultados al pueblo, el cual se habría abstenido, siendo esto, de acuerdo a la MUD, la causa de su derrota. Esta actitud es criminal, y se asemeja a la que tuvo el Psuv y los voceros gubernamentales después de su derrota en las elecciones legislativas de diciembre del 2015.
Ambos coinciden en responsabilizar de sus fracasos electorales a los trabajadores y el pueblo. Ellos nunca son responsables de nada.
No queda duda después de los últimos acontecimientos, que el gobierno logró dividir a la MUD. Es claro que tendrían un acuerdo con AD (Henry Ramos Allup), Avanzada Progresista (Henry Falcón) y Un Nuevo Tiempo (Manuel Rosales). No es casual que AD haya obtenido 4 de las 5 gobernaciones otorgadas a la MUD, siendo junto al gobierno el principal beneficiado del fraude.
Por una nueva alternativa política del pueblo trabajador
El descontento de importantes sectores del pueblo hacia la MUD es más que evidente. Después de los últimos resultados electorales y de las contradictorias declaraciones de sus voceros el rechazo hacia la alianza de partidos burgueses es creciente. Está claro que la MUD no representa los intereses de la mayoría del pueblo trabajador. Siempre están dispuestos a negociar, no creen en la movilización obrera y popular sino en los acuerdos entre cúpulas, y de ser gobierno, aplicarían un paquete de ajuste similar al que instrumenta Maduro. Esa no es la «unidad» que nos interesa como pueblo. Esa es la unidad de los conciliadores, corruptos y patronales. Necesitamos la unidad de los de abajo. De los trabajadores, de los habitantes de las comunidades y los jóvenes.
La MUD no es opción para el pueblo venezolano. Son patronales y proimperialistas, por eso nunca van a fondo y siempre están dispuestos a negociar. La MUD no cuestiona el paquete de ajuste del gobierno de Maduro, ni el pago de la deuda, ni las empresas mixtas petroleras, ni los acuerdos con las transnacionales y los banqueros. En la MUD están los mismos viejos políticos patronales y partidos del puntofijismo. Por eso en la lucha contra el gobierno del PSUV y por un cambio de fondo se necesita otra alternativa política de los trabajadores, el pueblo y de la juventud. El PSL lucha por esa alternativa llamando a unir a sectores del chavismo crítico y de izquierda, a la juventud y a todos los que se movilizaron durante las protestas recientes. En ese sentido, un buen ejemplo es el de las comunidades de Maracay, las cuales junto a las universidades se han venido organizando de manera independiente para seguir la lucha y defender a los presos políticos.
Es necesario seguir movilizados y organizados
Consideramos importante continuar conformando los comités en las comunidades para darle continuidad a la lucha, y convocar a un encuentro de organizaciones sindicales, juveniles y sociales opositoras a Maduro para discutir la preparación de un plan nacional de movilización.
El gobierno cierra las vías electorales mientras continúa restringiendo las libertades democráticas y mata de hambre al pueblo trabajador con el más brutal ajuste conocido en el país. Ya nuestro partido decía en un anterior volante que «la salida no pasa por elecciones fraudulentas ni negociaciones a espaldas del pueblo». La única manera de que se vaya Maduro y su gobierno, y derrotar el plan de hambre, la represión y el fraude es con la movilización de los trabajadores y el pueblo. Ejemplo de ello son los trabajadores de Sidor, que se mantienen en huelga luchando por sus reivindicaciones.
Por un Plan de Emergencia Obrero y Popular
La situación del pueblo trabajador es insostenible. Los salarios están destruidos y los precios están por las nubes. Es necesario luchar contra el hambre, por un salario digno y contra la represión. Por un plan económico y social de emergencia que incluya comida y medicinas para todos sin restricciones ni chantajes, por salarios aumentados cada tres meses de acuerdo a la inflación, no más despidos y «suspensiones» en empresas públicas y privadas. Este plan debe estar basado en la suspensión inmediata del pago de la deuda externa y que el petróleo pase a ser 100% venezolano, estatal, sin empresas mixtas ni transnacionales, por una PDVSA dirigida y controlada por sus trabajadores y técnicos. Para que esos millonarios recursos no vayan ni a las multinacionales ni a la corrupción sino a cubrir las necesidades del pueblo y los trabajadores. En defensa de las libertades democráticas, libertad a los detenidos por protestar, no más tribunales militares.
*Seccion venezolana de la UIT-CI