La autoproclamada presidenta de Bolivia, Jeanine Añez, volvió a mostrar su carácter ultrareaccionario al enviar al Ejército y la Policía a desalojar el bloqueo de la planta de YPFB en Senkata, ubicada en la ciudad de El Alto. Días antes había reprimido brutalmente una marcha de campesinos cocaleros del Chapare. Hay bloqueos y protestas en todo el país desconociendo a Añez. Pero la gran debilidad de la resistencia popular es la dirección. En especial del MAS y la COB. Los dirigentes del MAS negocian una “salida electoral” con el gobierno. Evo Morales desde México llama al dialogo “nacional”
Escribe Luis Covas
A pesar de que la derechista senadora Añez llegó al poder por medio de un golpe cívico-militar, no logra estabilizar la situación del país. Bolivia sigue en medio de una profunda crisis política. El imperialismo, las multinacionales y la oligarquía boliviana están preocupados. Hasta ha llegado una misión de la ONU para tratar de encauzar la crisis, junto con la Iglesia y la Unión Europea. Su objetivo es consolidar una salida pactada. Pero no les resultará sencillo. Les quedan dos alternativas: elecciones acordadas o la ida hacia un régimen directamente dictatorial, que imponga una derrota al movimiento de masas. Justamente la situación está indefinida porque no han podido aún, pese a la represión, derrotar a los sectores populares que siguen movilizados repudiando al autoproclamado gobierno de Añez.
Añez busca fortalecerse con represión
En su debilidad, el gobierno de Añez busca fortalecerse apoyándose en las Fuerzas Armadas y en la represión. El martes 19, con un enorme despliegue militar y policial desalojó el bloqueo popular en Senkata que impedía la distribución de carburantes a todo el departamento de La Paz, como parte de las medidas de lucha por desconocimiento del gobierno. Dejando dos muertos. Días antes estuvo la represión criminal en Sacaba y el decreto de impunidad a los militares para reprimir (ver recuadro). A lo que se sumó el decreto de Jeanine Añez otorgando un aumento de presupuesto a las fuerzas armadas.
Pero no logran un gobierno de derecha homogéneo. No hay un plan claro ni único. Al punto que fue el derechista y racista de Luis Camacho, de la región de Santa Cruz, quien reclamó insólitamente, elecciones para el 19 de enero. Diciendo que tendría un acuerdo con la burocracia de la COB para ese plan: “la propuesta se da luego de mantener reuniones y alcanzar acuerdos con representantes de la ciudad de El Alto, la Central Obrera Boliviana (COB), la Asociación de Productores de Coca de La Paz y los Interculturales […] Con estos sectores hemos acordado mantener una misma posición. Dando un plazo hasta el día jueves para que podamos tener un Tribunal Electoral que refleje el sentimiento del pueblo boliviano” (Infobae, 19/11). Habría una pelea por como serían unas futuras elecciones y con quienes. ¿Con o sin el MAS? ¿Con Camacho y sin Mesa?
El MAS busca una negociación con el gobierno y los militares
Sectores populares y del campesinado cocalero, que son base del MAS, resisten al gobierno de Añez con bloqueos y otras formas de protesta. Pero ese movimiento se debilita en la medida que su dirección da señales claras de buscar una salida negociada con el propio gobierno derechista de Añez y los militares. El propio Evo Morales desde México da esas mismas señales, al decir claramente que ya se “siente expresidente” o asegurando que “no piensa ser candidato” en pos de la “pacificación del país” (reportaje a la BBC). Hasta dijo que ya tiene pensado abrir un restaurante en su pueblo. También les recuerda a los militares que fue su gobierno quien más presupuesto les dio.
Esto se volvió a mostrar en el sorpresivo levantamiento, el martes 19, de la convocatoria a la Asamblea de diputados y senadores que domina en mayoría el MAS. Cuando el gobierno decía que allí podrían votar su destitución y el retorno de Morales, ellos salieron a desmentirlo. La presidenta de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), Mónica Eva Copa (MAS), difundió un comunicado en el que señala que no se iba a realizar el encuentro de diputados y senadores “a efectos de crear y contribuir a la generación de un ambiente propicio para el diálogo y la consiguiente pacificación del país”. La presidenta del Senado agregó “que el MAS está dispuesto, si es necesario, a trabajar por tiempo y materia hasta consensuar nuevas elecciones” (informe de agencia El Deber 19/11). Más claro imposible. La política central de Morales y los dirigentes del MAS pasa por buscar un pacto para llegar a elecciones en donde se les resguarden sus lugares. No es el centro movilizar para derrotar al gobierno reaccionario. A lo sumo aprovechan la resistencia popular para esa negociación, a esto se le añade la nueva traición de la dirección de la COB que no apoya los bloqueos y las protestas.
Por eso es más necesario que nunca apoyarse en los sectores obreros, juveniles, campesinos y populares que desde un primer momento han buscado un camino de lucha contra el gobierno reaccionario y derechista de Añez, sin subordinarse a la política del MAS y Morales. Y que rechazan toda salida negociada y pactada con el gobierno represor de Añez. Como lo señala Alternativa Revolucionaria del Pueblo Trabajador (ARPT), sección de la UIT-CI, para derrotar el intento de instalar un régimen de derecha reaccionario hay que movilizarse y lograr “formar una Asamblea Popular con representantes de organizaciones de base de trabajadores de la ciudad y el campo, de jóvenes e indígenas para resolver el futuro del país y garantizar elecciones realmente limpias y libres sin restricciones para ningún candidato de los sectores populares”. Y luchar, entre otros puntos, por el no pago de la deuda; por la verdadera nacionalización de la minería y los hidrocarburos. El camino es la lucha organizada y no la negociación con la derecha reaccionaria y los militares.
Repudio a la represión asesina militar en Sacaba
El viernes 15 de noviembre las fuerzas militares y policiales desataron una represión criminal sobre una marcha de campesinos cocaleros del Chapare que marchaban hacia La Paz reclamando que se vaya el gobierno de la derechista Añez. Fueron brutalmente reprimidos en la localidad de Sacaba, ubicada a 13 kilómetros de Cochabamba, dejando al menos diez campesinos muertos, 50 heridos y 169 detenidos.
Los campesinos del Chapare se movilizaban con banderas bolivianas y wiphalas cuando la policía les impidió el ingreso a la ciudad de Cochabamba. Las escenas grabadas en videos son reveladoras de la salvaje represión. Todos los muertos lo fueron por balas de plomo que usan las fuerzas seguridad.
La Central Obrera Boliviana (COB), luego de la sangrienta represión, emitió un vergonzoso comunicado llamando a la “paz social” y a “respetar el orden constitucional”.
Por otro lado, el MAS, que impulsaba esa movilización, no abandonaba su política de diálogo con funcionarios del gobierno de Añez y saludaba la mediación de la ONU.
Mientras tanto Añez aprobaba el Decreto Supremo Nº 4078, que exime de responsabilidades penales a las Fuerzas Armadas durante los actos de represión.
Como lo señalara ARPT, nuestra organización hermana de Bolivia. “Repudiamos la represión asesina militar policial en Sacaba” […] Exigimos el cese de la represión militar y policial contra el pueblo. Libertad a los presos por manifestar y pleno derecho de manifestación política, reunión y expresión”.