El triunfo electoral de Nueva Democracia (ND) por solo 4 puntos por sobre la izquierda de Syriza, ha sido festejado por el FMI, Merkel y Obama. Todos cortaban clavos, pensando en un posible triunfo de la izquierda. ND, aliado al PASOK (socialdemócratas), podrá formar gobierno, pero el resultado no cambia nada respecto de la crisis social y la debacle económica de Grecia, para lo cual no tienen salida a la vista. La alta votación de la izquierda muestra que los trabajadores griegos seguirán luchando contra el ajuste.
En las elecciones legislativas de Grecia salió primero Nueva Democracia (ND), un partido patronal liberal, con casi el 30% de los votos, logrando 75 diputados, mientras Syriza logró el 26, 5%, con 71 diputados. Pero como la llamativa ley electoral griega le otorga al ganador 50 diputados más, ND sumará 125 diputados, que lo acerca a la mayoría parlamentaria (unido al PASOK, que le sumará 33 diputados) para poder formar gobierno, cosa que no se había logrado en la elección de mayo. Lo que generó una crisis política que obligó a esta nueva elección.
El triunfo de ND les da un aire político a los que fogonean el ajuste permanente al pueblo griego, como lo son la gran patronal griega y la llamada “troika” de la UE, el Banco Central Europeo (BCN) y el FMI, sumados a la Merkel y Obama. Un triunfo electoral de la llamada “izquierda radical” de Syriza, hubiera producido un golpe político duro a los planes de ajuste y causado un mayor impacto más favorables a los trabajadores.
Pese al “voto miedo” Syriza hizo una gran elección
El triunfo de ND no cambia la grave situación que existe en Grecia. La gran crisis económica capitalista, en un país que ya lleva cinco años de recesión y tiene un desempleo del 22,6%, a la que se suma la crisis política y el rechazo de millones de trabajadores y el pueblo griego a los partidos patronales tradicionales y a los planes de ajuste.
ND logró pasar del 19 % obtenido en mayo a unos 10 puntos más (29,9%), mientras el PASOK mantuvo un 13%. Así podrán formar gobierno. Pero en realidad estos dos partidos, que son los que aplicaron en los últimos años los ajustes, pasaron de tener sumados el 78% de los votos en 2009, al 43% en esta elección. En particular, el PASOK pasó de tener el 44% en 2009 al 13% en 2012, una caída en picada. O sea, los sectores obreros y populares los han abandonado. Y si lograron levantar un poco fue gracias a una fuerte campaña por el “voto miedo” contra la izquierda, que lanzaron todos los medios de comunicación imperialistas. El Financial Times, versión alemana, directamente convocó a votar por ND.
Por eso la izquierda, agrupada en Syriza pasó del 5% de años atrás a tener hoy el 26,5%, incluso sumando 10 puntos más que en las elecciones de mayo (17%). Syriza, si bien es un sector de centroizquierda que reivindica gobernar con empresarios y tiene como modelo a Chávez, levantó un programa que proponía anular los ajustes pactados con el FMI, entre ellos las rebajas salariales, y reclamaba una moratoria de la deuda externa, entre otras medidas. Por eso recibió el voto de millones de trabajadores, jóvenes y sectores populares. Lo que indica claramente que millones giran políticamente a izquierda, buscando una salida anticapitalista. Syriza canalizó el grueso del voto a la izquierda, lo que habría reducido la votación de las otras listas como el KKE (el tradicional PC estalinista), que pasó del 8% en mayo al 4,4% y de Antarsya que es un frente de izquierda más radical, que tiene un programa anticapitalista y socialista, que había obtenido el 1,2 % en mayo y ahora bajó al 0,33%.
Por otro lado, el avance de Amanecer Dorado, una formación neonazi, que mantuvo un 7% con 18 diputados, muestra la polarización social existente en todo proceso revolucionario. Son los que proponen, por ejemplo, la expulsión de los inmigrantes.
La alegría del FMI, de la Merkel y Obama será efimera
El triunfo electoral de ND no cambiará los problemas de fondo que existen en Grecia y en Europa (se agudiza la crisis en España e Italia). Por eso la alegría de los Obama y Cía durará poco. Justo cuando la reunión del G 20, en México, va a ratificarles que el capitalismo está en una crisis histórica. Todo indica que un nuevo gobierno de ND-Pasok seguirá con los planes de austeridad, pactados con la “troika” (UE, BCE y FMI). Mientras la alta votación a la izquierda indica que los trabajadores griegos, que ya llevan realizadas 17 huelgas generales, unidos a los jubilados, a los estudiantes y los sectores populares, seguirán luchando contra el ajuste y los recortes, en la perspectiva de los cambios de fondo, anticapitalistas, que necesita Grecia, y de una nueva dirección política socialista revolucionaria.