Por CST, sección de la UIT-CI de Brasil
09/10/2024. La primera vuelta de las elecciones estuvo marcada por la despolitización, sin debate sobre propuestas o proyectos. El gran vencedor fue el «centrão». La política de traición de clase del PT y los pactos conservadores de Lula con estos partidos ayudaron al «centrão» a crecer. En este contexto, las fuerzas a la izquierda del Frente Amplio tenían pocos votos. Lo que se necesitaba era un polo o frente unitario de la izquierda independiente.
El gran ganador fue el centrismo
El gran vencedor de la disputa, como en 2020, fue el «centrão». Una aglomeración de partidos burgueses que defienden agendas reaccionarias y ataques a la clase trabajadora, que apoyaron a Bolsonaro y actualmente están en el gobierno Lula/Alckmin. El PSD, MDB, PP y União Brasil ganaron juntos más de la mitad de las alcaldías. El PSD de Kassab, que tiene 3 ministros en el gobierno de Lula/Alckmin, creció un 35%. El MDB, que tiene 3 ministros en el gobierno Lula, va a la segunda vuelta en São Paulo, la ciudad más importante del país. Los Republicanos, el partido de Tarcísio, que tiene 1 ministro en el gobierno federal, duplicó su tamaño. Y el PP de Arthur Lira, que tiene un ministro, creció un 8%.
La conciliación de clases de Lula favorece a la derecha
La política de traición de clase del PT y los pactos conservadores de Lula con estos partidos ayudaron al «centrão» a crecer. No es desdeñable el papel de los fondos ministeriales en el gobierno federal, así como en algunos casos el apoyo derechista de Lula, como al PSD en Río. Del mismo modo, en gobiernos anteriores, los mandatos del PT (2003-2016) fortalecieron a conservadores como Crivela, Michel Temer y Eduardo Cunha del MDB, la Iglesia Universal del Partido Republicano, el PP y el propio PSD de Kassab, que conformaron el gobierno de Dilma. Claramente, la política de alianzas del PT y de Lula está preparando retrocesos para la clase trabajadora. Con esta política, Lula y el PT aplican el marco fiscal, recortan fondos de las áreas sociales de salud y educación, atacan los salarios y destinan miles de millones al agronegocio y a las multinacionales responsables de las catástrofes ambientales. En este contexto, la derecha crece y el centro-izquierda se fortalece. Este retroceso es el resultado de toda la confusión generada por el gobierno de conciliación de clases y las mentirosas promesas de Lula, Dilma y el PT de que así mejoraría la vida del pueblo trabajador.
El PT pierde protagonismo político
Es cierto que el PT ganó unas elecciones con más votos que en las anteriores. Invirtió el declive de 8 años en las alcaldías. Esta vez, el PT creció un 39%, eligiendo 252 alcaldes. Pero esta cifra no oculta la falta de protagonismo, y que los mejores resultados del PT están fuera de los mayores centros urbanos. En el caso del ABC, el PT sigue retrocediendo. Hoy, en los mayores centros, el PT está por detrás del PSD de Paes en Río, João Campos del PSB o en coalición con el PSOL-REDE en São Paulo y nombrando a Marta como su vicepresidenta (alguien que no estaba en el PT y votó a favor del impeachment de Dilma). En las capitales, los mejores resultados del PT pasan a la segunda vuelta en Fortaleza y Porto Alegre. Dos ciudades donde el PT solía gobernar y era una potencia electoral. Esto demuestra que amplios sectores de la clase trabajadora y de sectores populares ya no creen en el PT y, lamentablemente, votan por error a la derecha.
El PL de Bolsonaro ha crecido
En este contexto, la extrema derecha vuelve a crecer electoralmente. El PL de Bolsonaro eligió 510 alcaldes. En 2020 fueron 340. Un aumento de casi el 50%, incluso después de perder el gobierno federal. El PL es ahora la quinta fuerza política en alcaldías. Y están en segunda vuelta en 23 ciudades. Se preparan para 2026 con buenos votos también en las alcaldías, con campeones de votos como Carlos Bolsonaro en RJ, Lucas Pavanato en SP y Pablo Almeida en BH. Uno de sus problemas es la aparición de Marçal, que dividió a la extrema derecha en São Paulo.
Faltaba un frente electoral a la izquierda del frente amplio
La CST, como organización socialista revolucionaria independiente, ha trabajado para construir un polo a la izquierda del Frente Amplio, de partidos que no formen parte del gobierno Lula/Alckmin y que no estén en coalición con los partidos patronales. Hemos hecho estas propuestas innumerables veces desde diciembre de 2023. Nos entrevistamos y nos reunimos con los líderes de varias organizaciones como UP y PSTU, pero esta propuesta no fue aceptada por ellos. Así que en São Paulo, Río de Janeiro y Belo Horizonte, surgieron dos listas por fuera del Frente Amplio, sin alianzas patronales: la UP y el PSTU, priorizando la dispersión y la autoconstrucción en estas ciudades. Esto es un error en el actual contexto electoral.
Ha surgido una unidad electoral de la izquierda independiente
A pesar de este escenario, afortunadamente surgió en la campaña electoral una unidad electoral bajo la bandera democrática cedida por el PSTU a fuerzas como el MRT, SoB y Emancipación Socialista, de la que formamos parte en la CST. Fue una campaña que expresó la independencia de clase. Consideramos positivo que el PCBR también participara de esta unidad en São Paulo. Por supuesto, habríamos sido más fuertes si hubiera habido un comité o bloque electoral unificado, cosa que los compañeros del PSTU se negaron a hacer. Ahora, en la segunda vuelta en São Paulo, promovemos la convocatoria de una reunión de estas fuerzas para coordinar acciones en la segunda vuelta contra la extrema derecha de Nunes, Tarcisio y Bolsonaro.
La CST realizó una campaña socialista revolucionaria
La CST, sección brasileña de la UIT-CI, presentó a nuestras compañeras feministas socialistas Barbara Sinedino, Lorena Fernandes, Andressa Rocha y Jeane Carla. Pusimos nuestras campañas al servicio de las huelgas y luchas y llevamos a cabo una solidaridad activa con la resistencia palestina. Nuestros panfletos defendían el fin del ajuste fiscal y del plan de recortes, la reestatización de Sabesp, Cedae y el Metro de BH, el no pago de la deuda y la fijación de impuestos a los multimillonarios, la legalización del aborto, el fin de la PM, la emergencia climática mediante la expropiación de las multinacionales contaminantes y el castigo a los golpistas de extrema derecha. Hablamos con trabajadores y jóvenes que son votantes del Frente Amplio, pero que escucharon nuestras críticas a la política de Lula y oyeron la idea de una izquierda independiente. Algunos de ellos estuvieron de acuerdo con nuestras propuestas, aunque siguieron votando al Frente Amplio. Este diálogo continuará en la segunda vuelta y en las luchas venideras. Nuestros candidatos explicaron que, mientras estemos gobernados por la patronal, no hay salida para la clase obrera. Sembraron la semilla de una izquierda independiente y unida que lucha por un gobierno de la clase trabajadora, sin patrones, y por un Brasil socialista. Por eso agradecemos a cada trabajador y joven que votó por nuestra propuesta y los invitamos a unirse a la CST. Participen de nuestras reuniones, hagan circular nuestro periódico y ayuden a financiar nuestra organización.
Editorial del periódico Combate Socialista de la CST.