Por Trabajadores Unidos, sección de la UIT-CI en Portugal
3/11/2025. ¿Por qué es necesaria una huelga?
El gobierno de AD quiere aprobar el mayor recorte de derechos laborales desde la Troika: despidos más fáciles, inseguridad laboral generalizada, horarios de trabajo desregulados y más poder de los empleadores sobre la vida de los trabajadores.
Aunque este plan no estaba incluido en el programa electoral del gobierno, nada de esto cayó «del cielo»: es parte de un proyecto que ya han implementado los sucesivos gobiernos del PSD/PS para bajar los salarios, debilitar a los sindicatos y hacer que la economía funcione a expensas del trabajador.
Necesitamos una huelga general contundente si queremos detener este ataque. El gobierno intenta dividirnos, prometiendo concesiones superficiales y negociando entre bastidores con la UGT, pero lo esencial sigue siendo lo mismo. La huelga es justificada, necesaria y urgente.
La mera convocatoria de la huelga obligó al Gobierno a ceder en puntos secundarios y a un debate público más amplio sobre el contenido de esta reforma, lo que concientizó sobre la magnitud del ataque que la AD (Alianza Democrática) prepara contra los trabajadores. Y cuanto mayor sea la huelga del 11 de diciembre, mayor será nuestra capacidad para derrotar el paquete laboral.
Esta huelga general también será una expresión del descontento acumulado que va mucho más allá de la reforma laboral. En un país donde crece la indignación por el apoyo europeo al genocidio en curso en Palestina, muchos trabajadores irán a la huelga, llevando consigo esta revuelta: porque quienes luchan por sus salarios y sus derechos reconocen la lucha de otros pueblos contra la opresión.
La solidaridad internacional forma parte de la tradición obrera, y la defensa de Palestina es hoy una de sus expresiones más vibrantes. Es esta misma fuerza colectiva, expresada hoy en apoyo a la resistencia palestina, la que puede transformar una huelga como la del 11 de diciembre en un momento decisivo de lucha, capaz de detener este ataque.
Cómo preparar la huelga (y qué queda por hacer)
Tras meses de parálisis por parte de la dirección sindical, finalmente se convocó la huelga general. Pero para que la huelga tenga fuerza real, no basta con fijar una fecha. Una huelga general capaz de frenar la reforma laboral requiere una preparación completamente diferente a la que están llevando a cabo la CGTP y la UGT.
Esta huelga debe construirse desde abajo, con organización en los lugares de trabajo: asambleas abiertas en cada empresa y departamento, donde los trabajadores discutan el ataque en curso y decidan cómo participar; sesiones plenarias intersindicales y comités de base electos que coordinen la movilización desde abajo; información clara y permanente en los lugares de trabajo sobre lo que realmente está en juego en la reforma laboral.
También falta un plan de movilización nacional y una gran manifestación el mismo día. Ningún sindicato ha convocado aún una manifestación nacional para el 11 de diciembre . Esto debilita la huelga: deja a los trabajadores aislados, reduce la visibilidad pública y facilita que el gobierno minimice su fuerza.
La ausencia de este plan es responsabilidad directa de los principales sindicatos, que desean una huelga controlada y limitada que pueda capitalizarse fácilmente en negociaciones posteriores. Pero no todo está perdido. ¡Los trabajadores aún pueden transformar esta huelga!
5 cosas que puedes hacer para fortalecer la huelga general
- Organice una reunión sindical o una conversación informal,
aunque sea breve. El objetivo es simple: explicar lo que está en juego, aclarar dudas y comprender el estado de ánimo del sector. Incluso si el sindicato o el comité de empresa del sector no existe o no toma la iniciativa, cualquier trabajador puede organizar la discusión.
- Crea un grupo de contacto entre tus compañeros
Podría ser un grupo de WhatsApp o Signal. Sirve para intercambiar información, aclarar dudas sobre la huelga y coordinar la participación.
- Analice el impacto de la reforma en nuestro sector.
No basta con hablar de la ley en general: explique concretamente qué cambios se producen en el hospital, la escuela, el almacén, la fábrica, la tienda, la oficina. Esto aumenta la aceptación.
- Identifica a quienes dudan y habla con ellos
No todos aceptan de inmediato. Una conversación franca, centrada en los problemas reales del sector (horarios, precariedad laboral, presiones, salarios), puede cambiar las posturas.
- Organizar piquetes para el día de la huelga.
El mismo día, siempre hay quienes deciden unirse a última hora. Siempre que sea posible, debemos organizar piquetes en la entrada del lugar de trabajo, informar a los compañeros indecisos y animar a quienes participan.
Tras la huelga general, es importante mantener la coordinación. ¡La lucha no termina el 11! Crear listas de contactos y mantener grupos de discusión ayuda a prepararse para lo que viene.
































