Por Miguel Sorans, dirigente de Izquierda Socialista y de la UIT-CI
Pasadas las elecciones primarias, es muy importante hacer un balance de los resultados del Frente de Izquierda Unidad (FITU), tanto para las y los luchadores sindicales, juveniles, del movimiento de mujeres, disidencias o socioambiental, y de la izquierda de nuestro país, como también para la izquierda revolucionaria mundial que sigue con expectativas esta experiencia inédita de la unidad de la izquierda trotskista.
Desde Izquierda Socialista y la UIT-CI siempre hemos valorado la importancia de esta unidad. Desde el comienzo impulsamos la unidad de la izquierda y por eso fuimos entusiastas fundadores, junto al Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y el Partido Obrero (PO), del FIT en el 2011. Para nosotros ha sido y es prioridad defender esa unidad y estar siempre abiertos a sumar a otros sectores de la izquierda no reformista, poniendo como centro la participación en la luchas obreras y populares y no las elecciones (por supuesto que sabemos que está pendiente lograr participar unificadamente en los conflictos obreras y populares y seguimos batallando por eso). Es en ese marco que siempre nos hemos opuesto a que el FITU se divida en cuestiones electorales utilizando las PASO (primarias) para disputar en listas diferentes.
Dicho esto, se hace necesario ver qué pasó en las elecciones primarias del 13 de agosto y cómo sigue el Frente de Izquierda de aquí en más, tanto para las elecciones definitivas de octubre como en el futuro posterior. Y más aún cuando todo esto sucede al mismo tiempo en que se ha dado el fenómeno lamentable y peligroso del triunfo electoral de una expresión de ultraderecha como lo es Javier Milei.
Un triunfo contundente de la lista PTS-Izquierda Socialista, que encabeza Myriam Bregman
Podríamos sintetizar las principales conclusiones de un primer balance en: 1) Hubo un triunfo contundente de la lista de la fórmula presidencial de Myriam Bregman-Nicolás del Caño, acompañada por candidatos de Izquierda Socialista como el “Pollo” Sobrero, Mónica Schlolthauer, Juan Carlos Giordano, Jorge Adaro, Mercedes Trimarchi, Graciela Calderón, Liliana Olivero y Angélica Lagunas, entre otras y otros. Se logró una diferencia de 70 a 30 por ciento sobre la lista del PO-MST.
2) El FITU realizó una buena elección obteniendo 628.893 votos, solo un poco por debajo de las primarias del 2019, pese al giro a la derecha electoral que se dio en estas PASO y al hecho lamentable de que el propio FITU fue dividido en dos listas.
3) Ir en dos listas debilitó la difícil pelea electoral contra los candidatos y listas patronales. Desde Izquierda Socialista sostuvimos, desde comienzos del 2023, la necesidad de lograr una fórmula unitaria de Myrian Bregman (PTS) con Gabriel Solano (PO) y mantener los acuerdos preexistentes en una lista común. Lamentablemente la actitud divisionista y autoproclamatoria del PO y el MST lo impidió. Pero lo terminaron pagando con una gran derrota electoral.
4) Ante las dudas que puedan existir entre las y los simpatizantes del FITU, afirmamos que está garantizado que el frente seguirá unido. Para las elecciones de octubre ambas listas se integrarán en una sola para darle pelea al facho de Milei y a los demás candidatos del sistema.
La campaña y la deriva política del PO y el MST
En este balance no podemos dejar de señalar la campaña del “vale todo” que se llevó adelante desde la lista PO-MST, con la fórmula presidencial de Gabriel Solano (PO) y Vilma Ripoll (MST). En su desesperación electoral lanzaron todo tipo acusaciones políticas falsas sobre Myrian Bregman, el PTS y las y los candidatos de Izquierda Socialista. Incluso de tipo personal, como la que llevaron adelante contra nuestra compañera Liliana Olivero de Córdoba.
Desde un primer momento, la lista PO-MST intentó justificar su divisionismo diciendo que no “era una disputa por cargos” sino en “defensa del FITU”: “la izquierda debe tener una política independiente del kirchnerismo” […] “Bregman y Del Caño representan una izquierda que se adapta a esas variantes” […] “se pega a variantes del régimen” (Comunicado PO-MST 20/5/2023).
Desde Izquierda Socialista rechazamos en su momento estas denuncias, explicando que eran un invento, una mentira del PO apoyada entusiastamente por el oportunismo del MST. Es una “cortina de humo para justificar la instalación de una lista propia para las PASO, para ver si así logran mejores cargos parlamentarios y ser cabezas de lista a como dé lugar” (declaración de la Dirección Nacional de Izquierda Socialista, 23/05/2023).
La deriva de las acusaciones de la lista del PO-MST no quedó ahí, sino que fue cada vez peor. Así, llegaron al extremo de acusar de “racista” a Myrian Bregman. La candidata Vanina Biassi, del PO en CABA, sostuvo que: “El partido de Bregman y Del Caño, el cual decidió educar a la militancia en un rumbo absolutamente racista frente al movimiento piquetero” (Reportaje en El Grito del Sur y Feminacida, 01/08/2023). Un ataque gravísimo y absolutamente falso, desmentido por la realidad ya que tanto el PTS como Izquierda Socialista siempre nos hemos solidarizado con el movimiento piquetero y sus reivindicaciones. Acusar de racistas a dirigentes y dirigentas de la izquierda trotskista, como lo impulsa PO y lo secunda el MST, es vergonzoso. Hay que preguntarse cómo pueden entonces seguir en un frente con “racistas”.
Pero tampoco las calumnias y mentiras quedaron ahí. Tanto el PO como el MST hicieron su propaganda, spots y volantes afirmando que la lista del PTS-Izquierda Socialista “no apoya la lucha en las barriadas” y “no se planta” ante los poderosos. Solano llegó a decir , en distintos reportajes, que la compañera Bregman y la lista PTS-Izquierda Socialista era “una izquierda que expresaba una clase media intelectual, que no iba a poner los pies en el barro, a los barrios y a las fábricas”, como sí hacían ellos en “150 barrios de La Matanza”.
Los dichos de Solano son la expresión de una deriva política increíble y lamentable. Ha traspasado límites, que ojalá pueda desandar. Todo esto desprestigia a la izquierda revolucionaria ante los sectores patronales y de derecha que siempre la atacan por “marginal” o “inexistente”. Es tan mentiroso y grave el planteo, que a Solano, al PO y al MST se les volvió en contra, por el repudio general que recibieron. Es que sostener semejante afirmación es negar la historia de décadas del trotskismo en Argentina, luchando desde dentro del movimiento obrero. ¿Cómo Solano, el PO y el MST pueden atreverse decir que no estamos en las luchas? Niegan la existencia del compañero Vilca y a nuestro compañero Iván Blacutt, preso en la rebelión de Jujuy. Al “Pollo” Sobrero encabezando la seccional combativa ferroviaria de Haedo. Desconocen a las compañeras y compañeros docentes de Izquierda Socialista y del PTS en todas las luchas del país. Es burdo.
Por si todo esto fuera poco, en Córdoba el PO y el MST se unieron para atacar a nuestra compañera Liliana Olivero. La candidata del MST, Luciana Echevarría, dijo que: “no suman candidatas “eternas” como Liliana Olivero”y “Se precisa renovar a la izquierda” (reportaje en Crónica Matinal). Soledad Diaz del PO señaló por su parte que: “el caso más extremo de ese electoralismo es Liliana Olivero que hace 30 años es candidata repetida” (La Voz, 06/08/2023), queriendo así ensuciar la gran trayectoria de lucha de nuestra compañera. Lo que parece olvidar Echevarría es que en su propio partido, el MST, Vilma Ripoll lleva cerca de 25 años como candidata. Y en el caso de Soledad Díaz (PO), sería bueno recordarle que Néstor Pitrola (PO) debe tener el récord de años como candidato. Queremos dejar en claro que esto no es cuestionable en sí mismo. A nosotros no se nos ocurriría decir que es malo que Pitrola o Ripoll se reiteren como candidatos. En el caso de la propia Luciana Echevarría, lleva también varios años siendo candidata. Lo criticable no es esto, sino que fue candidata primero y terminó siendo electa diputada en 2011 por la alianza, integrada por el MST, que entonces encabezaba el liberal macrista Luis Juez. Pese a ello nunca Izquierda Socialista cuestionó que Echevarría fuera candidata del FITU, cuando años más tarde el MST se incorporó a nuestra alianza.
La lista del PO-MST pagó su divisionismo con una dura derrota política
La lista Solano (PO)-Ripoll (MST) cosechó lo que sembró. Por eso sufrió una gran derrota electoral. A nivel de las fórmulas presidenciales perdieron 70 a 30 por ciento. De las 24 provincias, la fórmula encabezada por Bregman triunfó en 21. La lista PO-MST solo ganó en Catamarca, Chaco y Salta y en CABA a Jefe de la Ciudad. En Córdoba la lista de diputados nacionales, encabezada por Liliana Olivero, triunfó por el 64 a 36 por ciento de la de Soledad Diaz y Luciana Echevarria. En Neuquén la lista a diputados nacionales encabezada por la dirigente sindical docente, nuestra compañera de Izquierda Socialista Angélica Lagunas, triunfó por 72 a 28 por ciento. En La Matanza, el distrito más obrero y popular del conurbano bonaerense, donde según Solano tenían presencia en 150 barrios, la lista para intendente y concejales de PTS-Izquierda Socialista logró triunfar con 20.061 votos a 12.174 de la del PO-MST.
De ahora en más, aspiramos a que lo ocurrido pueda ayudar a reflexionar y cambiar a las y los dirigentes del PO y del MST. Las diferencias y debates políticos seguirán, sin duda, y es correcto, pero deben hacerse en forma respetuosa y organizada.
Hacia las elecciones de octubre el FITU debe salir unido a golpear juntos y llamando a más unidad al resto de la izquierda, para enfrentar la pelea electoral contra el ultraderechista Milei y todas las variantes patronales. Pero sabiendo que la solución al drama social que viven la clase trabajadora, la juventud y los sectores populares no vendrá por lo electoral sino por las luchas obreras y populares contra este gobierno y el próximo a asumir.