Ponencia presentada por Laura Marrone en la Mesa: “Trotsky ante la cuestión judía y los trotskismos frente a la lucha por la liberación palestina” del III Evento Internacional León Trotsky realizado entre los días 22 y 26 de octubre de 2024
En nombre de la UIT-CI saludamos la realización de este foro que nos convoca al debate y a la elaboración de un programa y una política de intervención en los momentos más graves que la humanidad está viviendo desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Reivindicamos que se hace desde la recuperación crítica del legado que nos dejó León Trotsky y de la tradición que el trotskismo desarrolló durante los últimos 80 años, por tanto, no un ejercicio académico, sino una convocatoria a la militancia revolucionaria por una sociedad socialista. Vamos a centrar nuestro debate en este panel en sus elaboraciones y políticas referidas a la cuestión judía y de Palestina.
Trotsky, la cuestión judía y los palestinos
A lo largo de su vida política, Trotsky, de ascendencia judía, fue incansable denunciante de los progroms y el antisemitismo que ejerció el zarismo, los gobiernos de Europa, el nazismo y hasta el propio gobierno de Stalin en la URSS, que usó al antisemitismo que sobrevivía en el pueblo ruso contra la oposición de izquierda. Combatió, sin embargo, desde muy temprana edad la propuesta sionista de una tierra para consolidar una nación judía. En 1904 publicó en Iskra su cuestionamiento a Theodore Herzl[1] a quien señaló como un “aventurero irresponsable” y signó que su propuesta estaba condenada al fracaso. (Trotsky,1904).
En esos años debatió también con las propuestas del BUND[2] que promovían la consolidación de la nación judía pero dentro de los propios países y una organización propia de los judíos dentro del POSDR[3]. Trotsky, en cambio, convocaba a los judíos a no separarse de la clase obrera y a ser parte de la lucha por la revolución proletaria contra el capitalismo.
En 1920, contrariamente a las corrientes sectarias que desconocían la lucha por la autodeterminación nacional, las tesis del II Congreso de la Internacional Comunista que integra junto a Lenin, apoyan la cuestión de la liberación nacional de los pueblos. Al mismo tiempo, advierten que el imperialismocrea estados políticamente independientes pero sojuzgados en lo económico, financiero y militar y advierte sobre la explotación de los palestinos:
“el asunto de los sionistas en Palestina, país en el que so pretexto de crear un estado judío, allí donde los judíos son una minoría insignificante, el sionismo ha entregado a la población autóctona de los trabajadores árabes a la explotación de Inglaterra. En la situación internacional presente no hay para las naciones dependientes y débiles otra salvación que la Federación de Repúblicas Soviéticas”. (Internacional comunista, 1973)
El crecimiento del antisemitismo en Europa y EE. UU. en la década posterior lo llevó a replantear su lectura inicial de la cuestión judía y reconoció que la decadencia del capitalismo no había permitido la asimilación de los judíos y que, en cambio, se había profundizado su persecución. Por eso, no descartó que, durante los tiempos de la transición hasta terminar con el capitalismo pudiera consolidarse la nación judía. Incluso lo planteó para el propio estado obrero:
“ningún individuo progresista se opondrá a que la URSS designe un territorio especial para aquellos de sus ciudadanos que se sienten judíos, que utilizan la lengua judía con preferencia a todas las demás y que desean vivir como una masa compacta.” (Trotsky, 1937)
Pero sostiene que estas propuestas son paliativos. Frente a los conflictos entre árabes y judíos a que ha conducido la migración sionista hacia Palestina reafirma su oposición y ratifica su postura central:
“La cuestión judía, repito, está indisolublemente ligada a la emancipación completa de la humanidad. Todo lo demás que se haga en este terreno sólo puede ser un paliativo y a menudo incluso un arma de doble filo, como lo demuestra el ejemplo de Palestina”. (Trotsky, 1938-12)
Frente agravamiento de la cuestión en Medio Oriente, producto de la implantación de judíos impuesta por el sionismo y el imperialismo británico denuncia:
“El conflicto entre judíos y árabes en Palestina adquiere un carácter cada vez más trágico y cada vez más amenazador. No creo en absoluto que la cuestión judía pueda resolverse en el marco del capitalismo podrido y bajo el control del imperialismo británico” (Trotsky, 1937-01)
Trotsky, tiempo antes de su asesinato, llega a alertar incluso, que la próxima guerra mundial podía significar la exterminación física de los judíos. Convoca a luchar por el derecho a asilo de los judíos perseguidos, y contra el peligro de la guerra, llamando a los judíos a abrazar la lucha de la IV internacional contra el capitalismo. (Trotsky, 1938)
Los trotskistas
Durante la Segunda Guerra Mundial, destacamos las elaboraciones de Abrahan León, judío antisionista trotskista que murió en los campos de Auschwitz. Sus explicaciones marxistas acerca de la cuestión judía derrumban la versión sionista del origen del antisemitismo. Sostuvo que la diáspora judía se inició antes del 70 DC. No habrían sido el resultado de una persecución religiosa sino consecuencia del papel de comerciantes que el pueblo judío e incluso los fenicios antes y otros pueblos semíticos y no semíticos que habitaban esa región, desplegaron a lo largo del mar Mediterráneo gracias a la ubicación geográfica del territorio, una verdadera encrucijada entre África, Asia y Europa. Analizó que, con el desarrollo del capitalismo comercial en Europa, los judíos, a los que denominó pueblo-clase, fueron desplazados de su lugar de comerciantes al de usureros y por esto fueron perseguidos por la nobleza y reyes endeudados. Afirmó que esa fue la base del antisemitismo que se desarrolló ya en la Edad Media, y que la cuestión religiosa fue la excusa que utilizaron, no la causa. (León, ¿1940-44?)
En 1947 cuando las Naciones Unidas resolvieron la partición de Palestina en dos estados, la URSS bajo Stalin abandonó la tradición antisionista de la Tercera Internacional y fue la primera en reconocer a Israel. Cuando los países árabes desataron una guerra de resistencia (que luego abandonaron) envió armas para derrotarlos. El grupo palestino trotskista de la IV internacional, en cambio, repudió la resolución. Publicó en la revista Quatriéme International en 1948 su condena al apoyo de la burocracia soviética y de la socialdemocracia a la resolución de Naciones Unidas y levantó la consigna: “¡Abajo la partición de Palestina! ¡Por una palestina unida, árabe e independiente con plenos derechos de minoría nacional a la comunidad judía! ¡Abajo la intervención imperialista en Palestina! Fuera del país todas las tropas extranjeras, mediadores y observadores” (Zadunaisky, pág 53).
La corriente de Nahuel Moreno, dirigente trotskista, a la que pertenece la UITCI, hizo suyo en 1973 el programa fundacional de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) surgida en 1967 y sostuvo que debía apoyarse a esta organización porque era quien estaba resistiendo al sionismo imperialista. La OLP proponía la lucha por una Palestina única, laica, democrática y no racista, sobre la base de la destrucción del estado sionista y el derecho al retorno de los expulsados. Moreno polemizó con algunas corrientes que cuestionaban la consigna porque decían que era burguesa. Sostuvo que las consignas debían ser analizadas en su contexto. Que, en el caso de Palestina, la lucha por esa consigna democrática-burguesa unificaba la resistencia, y que podía abrir el camino a la revolución socialista. (Zadunaisky, (pág. 99).
En 1985 en el Primer Congreso de la Liga Internacional de los Trabajadores, luego de su ruptura con la Organización Comunista Internacionalista (OCI) que lideraba Pierre Lambert, Moreno realizó una autocrítica. Sostuvo que Israel no era fascista sino nazi. Definió así a un estado que usaba métodos de guerra civil no sólo contra el proletariado sino también contra razas, en este caso judías y eslavas. Sostuvo que el nazismo había dado en potencia la monstruosidad a la que podía llegar el capitalismo en caso de triunfar en lugar del socialismo. Una monstruosidad que:
“es el intento de dividir la humanidad en sectores que van a terminar en especies distintas, unas trabajando y otras viviendo a costa de las primeras. Nosotros denunciamos que hay un genocidio sistemático de tipo racial. Eso es típico del nazismo, no del fascismo. Por eso me autocritico.” (Zadunaisky, pág 105)
Han pasado 76 años desde entonces. La política de los dos estados se demostró una traición al pueblo palestino. Nunca se dio lugar a la formación del estado palestino. Israel nació como enclave del imperialismo occidental para una colonización en Medio Oriente frente al nacionalismo árabe ascendente. La actual profundización del genocidio palestino sepultó también al sionismo de izquierda. Bajo ideologías falsas como los kibutz socialistas, usufructuando de la solidaridad mundial con el pueblo judío que había sufrido el genocidio en la Segunda Guerra, parte de la izquierda mundial sostuvieron esta opción, incluso siendo parte de los colonos que en nombre del socialismo iban a poblar la Palestina ocupada. Argentina fue sede de una importante migración de judíos socialistas, comunistas y anarquistas que contribuyeron a la formación de sindicatos de su joven clase obrera. Muchos de ellos, sin embargo, abonaron la teoría de los dos estados.
El agravamiento del genocidio contra el pueblo palestino a manos de Israel desde octubre de 2023 confirma el carácter nazi del estado de Israel y ha sepultado ante el mundo la imagen de una Israel democrática. Ha puesto en crisis al propio sionismo como salida para el pueblo judío, tal como lo anunció Trotsky. La extensión de la ofensiva a Cisjordania y al Líbano, así como los bombardeos a Siria, han desvelado el proyecto expansionista de la Gran Israel. Israel ha fracasado en su objetivo de recuperar rehenes y destruir a Hamas. La resistencia armada y hasta la resistencia en la vida cotidiana del pueblo palestino frente al horror, es un ejemplo ante los pueblos del mundo que hoy se levantan en solidaridad a lo largo de los cinco continentes, aislando a Israel y enfrentando a los gobiernos imperialistas. Solo el apoyo con armas, alimentos y fondos de EE. UU. y Europa está permitiendo una fuerte ofensiva y duros golpes contra este pueblo heroico. A su vez, Rusia, China y la India dejan hacer. Lamentablemente, los gobiernos árabes están siendo cómplices con su pasividad, incluso complicidad en algunos casos. El gobierno de Irán, país persa, musulmán chiita, ha retaceado el apoyo a los gazatíes y hoy es víctima también de ataques por parte de Israel con el apoyo de EE. UU y Europa. Solo las milicias de Hezbolah y los hutíes de Yemen se han solidarizado militarmente con los palestinos.
El gobierno argentino ocupa un lugar vergonzoso en ese mundo. Durante el mes de octubre de este año, Milei ha pasado de dar apoyo diplomático a Israel, a hacerlo en el terreno militar como lo anunció en las Naciones Unidas, ignorando nuevamente al Congreso. Ha enviado militares a la Fuerza Marítima combinadas de 46 países comandada por EE.UU que habrán de custodiar las vías comerciales donde los hutíes de Yemen atacan a barcos que suministran insumos a Israel.[4] Así mismo, el ministerio de Defensa estaría acordando con empresas americanas y europeas la reconversión de nuestras fábricas militares para que dejen de producir tanques y armamento en función de una potencial defensa nacional y se transformen en productoras de municiones, convertidas en subsidiarias de las potencias que suministran armas a Israel.[5]
Ante la nueva Nakba, el trotskismo debe llevar la solidaridad con el pueblo palestino y del Líbano a todos los rincones de nuestro país haciendo flamear la bandera palestina en las marchas, en las asambleas, en las fábricas, en las escuelas. Recuperando la tradición de solidaridad internacional que se sostuvo con Sudáfrica para derrotar el apartheid, tenemos que reforzar la campaña de Boicot, Desinversión y Sanción (BDS), promoviendo que cese el comercio con Israel, que las universidades y artistas rompan las relaciones culturales, que las asociaciones deportivas no concurran a eventos en ese país. Reivindicamos el accionar del Comité argentino de solidaridad con el pueblo palestino y el accionar del comité unitario que impulsan nuestros compañeros de Cataluña del envío ya de 4 convoys de ayuda humanitaria a Gaza. Esos son caminos para apoyar la resistencia que hoy conducen Hamas y el conjunto de las organizaciones palestinas, así como Hesbollah. señalando que no compartimos su programa de un estado teocrático-burgués, pero apoyamos su lucha. Seguiremos levantando la bandera de una Palestina única laica, democrática y no racista, desde el río al mar, donde convivan árabes, judíos, cristianos, musulmanes o cualquier religión. Esto implica el derecho al retorno de los expulsados y la desaparición del estado de Israel como tal. Y como lo propuso la 3ra internacional, en la perspectiva de una Federación de repúblicas socialistas de Medio Oriente.
Notas bibliográficas
Internacional Comunista (1973). Los cuatro primeros congresos de la Internacional comunista 1919-1923. Buenos Aires, Ediciones Pluma.
León, Abraham. La concepción materialista de la cuestión judía. https://www.fundacionfedericoengels.net/index.php/9-colecciones/clasicos-del-marxismo/81-la-concepcion-materialista-de-la-cuestion-judia-a-leon
Trotsky, León (1904) La desintegración del sionismo y sus posibles herederos. Publicado en Iskra n°56.1° de enero de 1904
Trotsky, León. (1937-01) Carta a judíos en México. En https://www.marxists.org/archive/trotsky/1940/xx/jewish.htm
Trotsky, León. (1937) El termidor y el antisemitismo. https://www.marxists.org/archive/trotsky/1940/xx/jewish.htm
Trotsky, León. (1938) Carta a los judíos de EEUU. https://www.marxists.org/archive/trotsky/1940/xx/jewish.htm
Zadunaisky, Gabriel y Fanjul, Roberto (1973). Palestina historia de una colonización. Publicado en Buenos Aires, El Socialista, 2008
[1] Theodoro Herzl dotó a su propuesta, desde sus inicios, de un carácter supremacista, colonialista, racista, lo que luego se confirmó a lo largo del siglo XX y XXI: “Cuanto ocupemos la tierra…expropiaremos poco a poco la propiedad privada en los Estados que se nos asignen. Trataremos de desanimar a la población pobre alejándola más allá de la frontera, procurando empleo para ellos en los países intermedios y negándole cualquier empleo en nuestro país. Tanto el proceso de expropiación como de eliminación (¡!) de los pobres deberá ser llevado adelante discretamente y con circunspección”. Ver Diario de Theodoro Herzl. Esta cita derrumba la postura de las corrientes, que dentro de la izquierda mundial sostienen aún hoy, la validez de un sionismo de izquierda, que supuestamente sería diferente de la monstruosidad que es Netayahu y la ultraderecha israelí.
[2] BUND: Unión general de trabajadores judíos de Rusia, Polonia y Lituania
[3] Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia. Luego de esta discusión los bundistas se retiran del partido del cual habían sido fundadores y representaban una mayoría. Al poco tiempo se abre la división entre bolcheviques y mencheviques.
[4] https://www.lapoliticaonline.com/politica/el-gobierno-manda-apoyo-militar-a-medio-oriente-en-medio-de-la-guerra-entre-israel-e-iran/
[5] Entrevista radial a Federico Giuliani, dirigente de ATE. Radio Gráfica FM89.3Agosto,21 de agosto 2024
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Acerca de Laura Marrone
Licenciada en Ciencias de la Educación (UBA) Trayectoria laboral: Profesora de Enseñanza Superior (2012-2018) Maestra (1984-2012) Cajera de venta de hamburguesas (París 1981-1983) Mucama de hotel (París 1981) Empleada en fábrica metalúrgica (Madrid 1979-1981) Bibliotecaria (1971-1976) Trayectoria política Fue Secretaria de Asuntos Pedagógicos de Ademys (2010-2013) Vicepresidente de UMP-CTERA (1985-1989) Exiliada política por estado de sitio (1979-1983) Militó en la Liga Socialista de los Trabajadores de Francia y en el movimiento de los inmigrantes sin papeles de París Militó en Comisiones Obreras de España, en la rama metalúrgica en Getafe, España. Fue expulsada de España durante el Tejerazo. (1981) Presa política de la dictadura (1976-1979) Delegada de nivel superior en la UEPC-CTERA- Córdoba (1973-1976) Delegada estudiantil en la Facultad de arquitectura (1971-1973) Ingresó a la corriente morenista a la cual perteneció hasta la actualidad 1971-2018 en sus diferentes organizaciones. PRT-La Verdad (1971-1972, PST (1972-1983), MAS,(1983-2004) Izquierda Socialista (2011 y sigue). Militante del movimiento tercer mundista del catolicismo en Córdoba (1969-1971) Escribió libros de texto para el nivel primario y secundario para Estudios Sociales y Formación Ciudadana. 2022 Autora del libro Memorias de las luchas por la educación (1943-1976) publicado por editorial CeHuS Artículos sobre política educativa.
