El estado capitalista español acaba de conceder 23.500 de euros para salvar a Bankia, una entidad de especulación financiera. Pero niega 300 millones de euros para salvar la actividad minera y de la miseria a las familias de los trabajadores mineros. «Somos mineros, queremos trabajar, no somos banqueros, no queremos robar», dicen las pancartas de los trabajadores.

Este lunes se realizó la octava jornada de protesta de los trabajadores de las minas de carbón del Estado español, quienes se mantienen eb huelga indefinida. Los trabajadores redoblaron la lucha, bloqueando carreteras, quemando de cauchos, a pesar de la represión gubernamental, que cobró varios heridos y detenidos.

El gobierno está recortando en un 64 por ciento los fondos dedicados al sector carbonífero, pasando de 703 a 253 millones de euros. El recorte, en el marco de un brutal ajuste contra los trabajadores y el pueblo, amenaza con llevar al cierre estas mineras y dejar a miles de trabajadores en la calle.

Hubo cortes de ruta en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Andalucía y Asturias.

Más de 200 mineros acamparon frente a la sede de la Delegación del Gobierno de Oviedo.

Los mineros bloquearon el suministro de carbón a la Central térmica de Andorra, bloqueando los rieles para impedir el funcionamiento del tren.

En Asturias, la protesta fue marcada por la violencia de las fuerzas represivas. El gobierno de esta región ha amenazado con criminalizar la protesta «a rajatabla».

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